¿Dónde está la casa de mi amigo? (Khane-ye doust kodjast?)

¿Dónde está la casa de mi amigo? comprueba que no se necesita de un guion complejo para calar el alma por la misma escalera. Cinta de simpleza notable, tan simple que cualquier persona no adepta a los dramas podría consumir como un vil cigarrillo.

Un alumno debe buscar la casa de su compañero, para devolverle el cuaderno que se llevó por equivocación, sabiendo que su compañero puede irse expulsado si vuelve a cometer otra falta. Es aquí dónde afloran los sentimientos que solo un niño puede sentir, esa inocencia, ese miedo incomprendido, y es aquí también dónde interviene la austera sociedad Iraní y sus tapujos para desviar de la bandera a este perdido niño. El espectador no podrá evitar sentir compasión por el pequeño, y seguramente lo calificará como un «quemado» o «un imán de desgracias», pero todo es necesario para mostrarnos ese hilo problemático notablemente.

Una travesía corta en distancia, pero dónde el mayor obstáculo es la incomprensión de la autoridad. El protagonista pareciese que debe cumplir con su misión solitariamente pues Kiarostami quiere ofrecernos esa visión de vida.

Narrativa, rápida, notable.